Que se haga la luz, documental acerca del conflicto del SME [Sindicato Mexicano de Electricistas] y la privatización de la energía eléctrica en México, es un esfuerzo para proporcionar información que las televisoras y el gobierno federal han omitido o tergiversado, en un afán de lesionar lo más posible al pueblo trabajador, no sólo quitándole su forma de sustento, sino también por la vía de sustraerle los bienes que pertenecen a la nación, como es el caso de la energía eléctrica, y mediante la satanización política y mediática de los sindicatos y los logros contractuales.
El documental hace frente al principal argumento del gobierno de PAN, acerca de que es el SME la causa principal del quebranto de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, y se exhiben datos de los "favores" del gobierno federal para la iniciativa privada e instituciones gubernamentales, incluida la residencia presidencial de Los Pinos, todos excusados de pagar sus recibos de consumo, mientras que al pueblo trabajador se le hace pagar a gran costo un servicio que empeora con el paso del tiempo.
Se hace el recuento de las compañías transnacionales que son las principales beneficiarias de la privatización de la industria eléctrica mexicana, de la apresurada instalación de la fibra óptica a cargo de compañías propiedad de dos ex-secretarios panistas, así como de las protestas en varias partes del país por mal servicio y costos excesivos de la CFE.
También se incluyen reflexiones sobre el tema realizadas por el escritor Carlos Montemayor y se entregan dos mensajes de solidaridad con los trabajadores electricistas del SME, del escritor Paco Ignacio Taibo y de monseñor Samuel Ruiz, respectivamente.
El documental hace frente al principal argumento del gobierno de PAN, acerca de que es el SME la causa principal del quebranto de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, y se exhiben datos de los "favores" del gobierno federal para la iniciativa privada e instituciones gubernamentales, incluida la residencia presidencial de Los Pinos, todos excusados de pagar sus recibos de consumo, mientras que al pueblo trabajador se le hace pagar a gran costo un servicio que empeora con el paso del tiempo.
Se hace el recuento de las compañías transnacionales que son las principales beneficiarias de la privatización de la industria eléctrica mexicana, de la apresurada instalación de la fibra óptica a cargo de compañías propiedad de dos ex-secretarios panistas, así como de las protestas en varias partes del país por mal servicio y costos excesivos de la CFE.
También se incluyen reflexiones sobre el tema realizadas por el escritor Carlos Montemayor y se entregan dos mensajes de solidaridad con los trabajadores electricistas del SME, del escritor Paco Ignacio Taibo y de monseñor Samuel Ruiz, respectivamente.
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