Ginebra, Suiza.- Estados Unidos fue acusado este viernes de violaciones a los derechos humanos que van desde discriminación racial hasta hacinamiento en las cárceles y abuso por parte de sus soldados, en un foro de las Naciones Unidas en que Washington ha prometido participar en pie de igualdad en lugar de despreciarlo como han hecho gobiernos anteriores.
La subsecretaria de Estado Esther Brimmer dijo que Washington estaba preparado para responder las críticas durante la primera revisión exhaustiva del país ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Anticipándose a duras críticas de adversarios tradicionales como Cuba, Venezuela e Irán, Brimmer condenó las restricciones a la libertad de expresión en dichos países, señalando ante el consejo, de 47 naciones, que el gobierno de Barack Obama estaba acostumbrado a oír críticas de sus propios ciudadanos, en periódicos, blogs y programas de radio.
"Algunos son respetuosos y constructivos, otros no", dijo. "Los protegemos a todos".
En un enérgico discurso que destacó los logros de Estados Unidos como también sus fallas, Brimmer observó que "es a nuestro pueblo a quien en definitiva debemos dar cuenta", aunque reiteró la disposición de Obama de oír las recomendaciones de otros países acerca de cómo poder mejorar la situación de los derechos humanos.
Entre los primeros en desafiar a Estados Unidos fue Rusia, que le instó a abolir la pena de muerte. Indonesia, la nación musulmana más poblada, exhortó a Washington a promover mejor la tolerancia religiosa, y México se quejó de que la individuación racial se ha hecho práctica común en algunos estados de la unión.
China fue una entre docenas de naciones que instaron a Estados Unidos a ratificar convenciones internacionales sobre los derechos de las mujeres y niños que Washington firmó, pero el Congreso todavía no aprobó. Expertos en derechos humanos opinan que es menos probable que se aprueben dichos tratados ahora que los republicanos lograron un resonante triunfo en las elecciones
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La subsecretaria de Estado Esther Brimmer dijo que Washington estaba preparado para responder las críticas durante la primera revisión exhaustiva del país ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Anticipándose a duras críticas de adversarios tradicionales como Cuba, Venezuela e Irán, Brimmer condenó las restricciones a la libertad de expresión en dichos países, señalando ante el consejo, de 47 naciones, que el gobierno de Barack Obama estaba acostumbrado a oír críticas de sus propios ciudadanos, en periódicos, blogs y programas de radio.
"Algunos son respetuosos y constructivos, otros no", dijo. "Los protegemos a todos".
En un enérgico discurso que destacó los logros de Estados Unidos como también sus fallas, Brimmer observó que "es a nuestro pueblo a quien en definitiva debemos dar cuenta", aunque reiteró la disposición de Obama de oír las recomendaciones de otros países acerca de cómo poder mejorar la situación de los derechos humanos.
Entre los primeros en desafiar a Estados Unidos fue Rusia, que le instó a abolir la pena de muerte. Indonesia, la nación musulmana más poblada, exhortó a Washington a promover mejor la tolerancia religiosa, y México se quejó de que la individuación racial se ha hecho práctica común en algunos estados de la unión.
China fue una entre docenas de naciones que instaron a Estados Unidos a ratificar convenciones internacionales sobre los derechos de las mujeres y niños que Washington firmó, pero el Congreso todavía no aprobó. Expertos en derechos humanos opinan que es menos probable que se aprueben dichos tratados ahora que los republicanos lograron un resonante triunfo en las elecciones
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