Querétaro, Querétaro.- Despacio, muy lento. Cabizbajo. Sus ojos vigilan que sus pisadas sean tan firmes como sus fuerzas lo permitan. Tras minutos de esfuerzo 'Javier' consigue avanzar unos pasos.
Hasta hace poco más de seis meses, tenía la fuerza y la capacidad no sólo para eso, sino para bailar, correr, y brincar, pero "las cosas pueden cambiar en segundos", alcanza a exclamar sin elevar la mirada.
Aunque su diagnóstico es promisorio, y su recuperación no deja huella del nivel de parálisis que sufrió, Javier se mantiene entre las estadísticas del INEGI, donde se revela que en la entidad suman ya 84 mil 250 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.6 por ciento de la población que padecen alguna limitación física o mental para llevar a cabo tareas cotidianas.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), reporta que sigue siendo la facilidad de movilidad uno de los problemas más sentidos entre esta población. Y es que según el Censo señalado, caminar o moverse es la discapacidad más común entre los queretanos, pues la padecen más del 50 por ciento.
Enseguida se encuentra la limitación para ver -aún con anteojos- cuyo impedimento padece el 25.6 por ciento de esta población, en tanto que las relacionadas con poner atención o aprender, y las relacionadas con la atención al cuidado personal, son padecidas por 5.9 y 6 por ciento de la población con al menos una limitación, respectivamente.
"La gente no veía en mí a una licenciada en Ciencias de la Comunicación, veían una silla de ruedas, o veían un bastón", comparte la activista Ana Yolanda López Domínguez, presidenta de la organización Libre Acceso A.C.
Ella, a través de las redes sociales, medios de comunicación y en cualquier espacio público de expresión, ha lanzado una campaña de conscientización donde evidencia la necesidad de contar con espacios donde el desplazamiento para estas personas sea posible.
La discriminación, falta de accesibilidad en calles, escuelas, edificios públicos, es un factor que segrega a las personas con discapacidad, de entre el resto de la población, así lo advierten quienes padecen distintas limitaciones para movilizarse.
En un breve testimonio, Ignacio García explica que la falta de transporte adecuado para las personas con discapacidad, forma parte de este círculo que los limita en la integración, pues no tienen la opción de comprometerse para llegar en determinado horario a sus trabajos, pues los obstáculos son constantes para su traslado.
"Así no podemos comprometernos a llegar a una hora a tiempo, no percibimos como para pagar un taxi", lamentó.
Ana Yolanda agregó la necesidad de sentirse productivos ante el estigma que etiqueta a las personas con discapacidad como "una carga" para la sociedad y para sus familias.
"Podemos ser mano de obra, queremos ser productivos y necesitamos un empujoncito, porque además de la barrera arquitectónica, tenemos una barrera cultural", lamentó.
En una distribución porcentual, la población con discapacidad en el estado mantiene a las mujeres en 4 puntos porcentuales por encima de los hombres, lo que corresponde a 51.7 y 48.3 por ciento, respectivamente.
Y es que, aún cuando la posibilidad de tener una discapacidad aumenta con la edad, destacan también las limitaciones derivadas de accidentes o de nacimiento.
Según el INEGI, a partir de los sesenta años de edad, "el porcentaje de población con al menos una discapacidad aumenta significativamente, y se eleva aún más a partir de los 85 años" y es en este último grupo de edad, donde la discapacidad predomina en las mujeres, y en el grupo de 85 años, es más es más frecuente que sean los hombres quienes padezcan alguna discapacidad.
Pero los datos de este organismo, revelan que la causa más frecuente de discapacidad es por enfermedad, con un 37.6 por ciento de la población, la segunda causa es la edad avanzada con 23.5 por ciento de la población, y los padecimientos congénitos (por nacimiento) se ubican en la tercera causa de discapacidad, con 18.4 por ciento, mientras que los accidentes han integrado a estás estadísticas al 12.7 por ciento de la población discapacitada, y un 8.8 por ciento por otras causas.
Javier se integra en la cuarta causa de discapacidad, pero cada vez más frecuente. Alcohol y volante fueron los elementos que se conjugaron, sumados a la falta del cinturón de seguridad, lo que derivo en una parálisis parcial de su cuerpo, de la que hoy va saliendo.
"Todo pasa en un instante, las cosas pueden cambiar totalmente de un momento a otro", expresa quien cada vez consigue mayor movilidad por su propia cuenta, pero igualmente difícil por los obstáculos de la calle.
Postes a media banqueta, grietas, coches mal estacionados, son algunos de los elementos que a diario limitan la movilidad de estas personas.
Y es que según la CEDH, se ha logrado un reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad en los últimos 25 años, no así una materialización de estos.
Según sus proyecciones, hay al menos 2 millones de personas con algún tipo de discapacidad en México y millones más pertenecerán a este grupo en el transcurso de su vida.
Y de acuerdo con la encuesta presentada en el Informe Especial de Igualdad entre Mujeres y Hombres 2008 de la CNDH, el 92 por ciento de los encuestados reconocieron que existe discriminación hacia las personas con discapacidad, lo que las convierte en el sector más discriminado de la población.
Hasta hace poco más de seis meses, tenía la fuerza y la capacidad no sólo para eso, sino para bailar, correr, y brincar, pero "las cosas pueden cambiar en segundos", alcanza a exclamar sin elevar la mirada.
Aunque su diagnóstico es promisorio, y su recuperación no deja huella del nivel de parálisis que sufrió, Javier se mantiene entre las estadísticas del INEGI, donde se revela que en la entidad suman ya 84 mil 250 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.6 por ciento de la población que padecen alguna limitación física o mental para llevar a cabo tareas cotidianas.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), reporta que sigue siendo la facilidad de movilidad uno de los problemas más sentidos entre esta población. Y es que según el Censo señalado, caminar o moverse es la discapacidad más común entre los queretanos, pues la padecen más del 50 por ciento.
Enseguida se encuentra la limitación para ver -aún con anteojos- cuyo impedimento padece el 25.6 por ciento de esta población, en tanto que las relacionadas con poner atención o aprender, y las relacionadas con la atención al cuidado personal, son padecidas por 5.9 y 6 por ciento de la población con al menos una limitación, respectivamente.
"La gente no veía en mí a una licenciada en Ciencias de la Comunicación, veían una silla de ruedas, o veían un bastón", comparte la activista Ana Yolanda López Domínguez, presidenta de la organización Libre Acceso A.C.
Ella, a través de las redes sociales, medios de comunicación y en cualquier espacio público de expresión, ha lanzado una campaña de conscientización donde evidencia la necesidad de contar con espacios donde el desplazamiento para estas personas sea posible.
La discriminación, falta de accesibilidad en calles, escuelas, edificios públicos, es un factor que segrega a las personas con discapacidad, de entre el resto de la población, así lo advierten quienes padecen distintas limitaciones para movilizarse.
En un breve testimonio, Ignacio García explica que la falta de transporte adecuado para las personas con discapacidad, forma parte de este círculo que los limita en la integración, pues no tienen la opción de comprometerse para llegar en determinado horario a sus trabajos, pues los obstáculos son constantes para su traslado.
"Así no podemos comprometernos a llegar a una hora a tiempo, no percibimos como para pagar un taxi", lamentó.
Ana Yolanda agregó la necesidad de sentirse productivos ante el estigma que etiqueta a las personas con discapacidad como "una carga" para la sociedad y para sus familias.
"Podemos ser mano de obra, queremos ser productivos y necesitamos un empujoncito, porque además de la barrera arquitectónica, tenemos una barrera cultural", lamentó.
En una distribución porcentual, la población con discapacidad en el estado mantiene a las mujeres en 4 puntos porcentuales por encima de los hombres, lo que corresponde a 51.7 y 48.3 por ciento, respectivamente.
Y es que, aún cuando la posibilidad de tener una discapacidad aumenta con la edad, destacan también las limitaciones derivadas de accidentes o de nacimiento.
Según el INEGI, a partir de los sesenta años de edad, "el porcentaje de población con al menos una discapacidad aumenta significativamente, y se eleva aún más a partir de los 85 años" y es en este último grupo de edad, donde la discapacidad predomina en las mujeres, y en el grupo de 85 años, es más es más frecuente que sean los hombres quienes padezcan alguna discapacidad.
Pero los datos de este organismo, revelan que la causa más frecuente de discapacidad es por enfermedad, con un 37.6 por ciento de la población, la segunda causa es la edad avanzada con 23.5 por ciento de la población, y los padecimientos congénitos (por nacimiento) se ubican en la tercera causa de discapacidad, con 18.4 por ciento, mientras que los accidentes han integrado a estás estadísticas al 12.7 por ciento de la población discapacitada, y un 8.8 por ciento por otras causas.
Javier se integra en la cuarta causa de discapacidad, pero cada vez más frecuente. Alcohol y volante fueron los elementos que se conjugaron, sumados a la falta del cinturón de seguridad, lo que derivo en una parálisis parcial de su cuerpo, de la que hoy va saliendo.
"Todo pasa en un instante, las cosas pueden cambiar totalmente de un momento a otro", expresa quien cada vez consigue mayor movilidad por su propia cuenta, pero igualmente difícil por los obstáculos de la calle.
Postes a media banqueta, grietas, coches mal estacionados, son algunos de los elementos que a diario limitan la movilidad de estas personas.
Y es que según la CEDH, se ha logrado un reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad en los últimos 25 años, no así una materialización de estos.
Según sus proyecciones, hay al menos 2 millones de personas con algún tipo de discapacidad en México y millones más pertenecerán a este grupo en el transcurso de su vida.
Y de acuerdo con la encuesta presentada en el Informe Especial de Igualdad entre Mujeres y Hombres 2008 de la CNDH, el 92 por ciento de los encuestados reconocieron que existe discriminación hacia las personas con discapacidad, lo que las convierte en el sector más discriminado de la población.
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