Los sucesos que vienen acaeciendo en Libia desde el 17 de febrero, me han obligado a volver al blog, más con la brutal campaña de mentiras que se viene vertiendo desde la falsimedia mundial contra el régimen de la Yamahiriya Libia Popular y Socialista, sobre "bombardeos masivos" en las principales ciudades del país -de los cuales no existe ni una foto, ni un video, en un país que nada en celulares y cámaras de fotos, dado su elevado nivel de vida- para aplastar las "manifestaciones" contrarias al líder revolucionario Muammar Khadaffi. Me ha indignado tanto, que no puedo sentir más que asco por la hipocresia estadounidense de intervenir una vez más, abiertamente y como si el mundo fuera de ellos, para "condenar" al régimen libio, en tanto, basándose en informaciones falaces esparcidas por la CIA, el Mossad y todas las agencias de prensa internacionales (Europa Press, EFE, Reuters, etc.) pagadas y/o dirigidas por el Pentágono. Así, no resulta tan sorprendente la rapidez con que la "comunidad internacional" ha reaccionado para condenar las violaciones a los derechos humanos, que nunca existieron. Se habla de más de mil muertos, ¿dónde hay imagenes de las susodichas matanzas?. Nada de eso ocurrió. Fué desmentido por los trabajadores libios que entrevistó la cadena Telesur en Tripoli, la capital del país, que según la prensa burguesa habría sufrido un brutal bombardeo. En cambio, las únicas manifestaciones que vemos, en Tripoli y en todo el país, son las de los hombres y mujeres trabajadores y trabajadoras, en respaldo de la Revolución libia, y del líder espiritual (pues desde 1977 abandonó las funciones ejecutivas) Cnel. Muammar Khadaffi.
No son manifestantes las bandas armadas de lúmpenes pagados por la CIA, el Mossad israelí y por varias "ONGs" como Human Rights Watch, Freedom House, y otras pseudofundaciones al servicio del capital imperialista. Bandas armadas que ya han ahorcado a decenas de policías, y matado también a otros militares. No es Khadaffi quien decide las medidas de seguridad, sino los Comités Populares y el Congreso General del Pueblo, al cual el consejo supremo revolucionario les entregó el poder, en un modelo de democracia directa similar a los soviets rusos, en 1977. Por eso, cuando anteayer Khadaffi se dirigió al país, recordó que el no dirige el país, pero que estaba dispuesto a morir como un mártir. No habla al pedo, si me perdonan la expresión: es evidente que lo buscan a él, pero esta operación de la OTAN junto a las agrupaciones integristas islámicas (todos sabemos que Al Qaeda es una invención de laboratorio pergeñada por Estados Unidos, quien sostenga lo contrario, niega un axioma tan fundamental en el imperialismo no hay que confiar ni tantito), si no pueden matarlo, intentarán sembrar las divisiones en las fuerzas armadas libias. O sea, la iraquización o la afganización del país. Dividirlo por tribus -no es casual que todos los analistas medio pelo hablen de "cuestiones tribales" a la hora de explicar y no explicar lo que sucede en el país norteafricano-, y otra vez volver a sembrar ancestrales -e inservibles- discordias en la población.
Foto de 1977
Foto de 1977
Se preguntarán, de paso, ¿por qué tanto ensañamiento con Khadaffi?. Libia es un país donde el petróleo se encuentra mayormente en manos públicas. Si bien la Revolución nacionalizó la mayor parte de las explotaciones petroleras y gasíferas en los años 70, nunca ésta ha roto con el capital transnacional, lo cual se traduce en la presencia de Repsol, Gazprom, Total o British Petroleum. No se trata de un "viraje" del líder libio, porque siempre el país ha contado con inversiones extranjeras. Claro, yo no ignoro que esto no es lo mejor para los libios. Aunque tampoco creo que a los trajeados yuppis les guste que el 25% de las ganancias del petróleo vaya a manos directas de los trabajadores. También quisieran tener en sus manos todo el petróleo de Libia. ¿No les extraña?. Esto me hace acordar a Irak. Un gobierno legítimo, brutalmente asediado por el imperialismo. En aquella ocasión, la izquierda marxista a nivel internacional se mostró en resistencia contra esa nueva intentona imperial que derivó en una sanguinaria guerra y posterior ocupación. No puede ser que tengamos dudas sobre lo que el imperialismo yanqui y sus socios de Europa Occidental preparan para Libia. No es este, el mismo país que Túnez o Egipto. O que Yemen. En Egipto nadie salió a las calles a mostrarle su amor a Hosni Mubarak. Sí ha ocurrido en Libia. Nada de "polarización": el pueblo trabajador libio respalda a su Líder, y no olvida todo lo que ha logrado en todos estos años de trabajo.
Gadafi recibido en la URSS por el camarada Gromiko y el traidor Gaidar.
Gadafi recibido en la URSS por el camarada Gromiko y el traidor Gaidar.
Cabe señalar que la supuesta disgregación de la Yamahiriya Libia no es más que una expresión de deseo imperial. De acuerdo a un artículo de Iar Noticias, el Congreso General Popular habría exterminado de cuajo a las bandas lúmpen que aterrorizaban a la población en el interior. Las Fuerzas Armadas demostraron una unidad monolítica frente a esas salvajes bandas, una minoría que no expresa las verdaderas aspiraciones de los libios. Para agregar un poco a toda la situación, ¿han visto ondear banderas rojas, negras y verdes en las "manifestaciones" de las bandas criminales que destruyen edficios públicos, secuestran y violan mujeres y que roban a mano armada?. ¡Son las banderas del antiguo Reino de Libia, derrocado por la revolución de 1969!. ¡Del entregado Reino que obedecía a pies juntillas a los Estados Unidos -país que poseía una base militar allí, luego desmantelada por el régimen socialista-!, ¡el Reino del corrupto monarca Idriss I!. Es obvio que estos delincuentes quieren que Libia vuelva al pasado. Que los "exiliados" libios también quieren que vuelva el pasado. Hay imagenes que valen más que mil palabras.
El gobierno libio se ha negado a disparar una sola bala contra los jóvenes que exigen cambios. Khadaffi convocó a los comités populares, y anunció la creación de una comisión investigadora, pues se han registrado abusos por parte de las fuerzas de seguridad, en caso de que estas hayan disparado contra el pueblo que se manifestaba pacíficamente. También el Líder urgió a los trabajadores del país a usar la fuerza, en caso de ser necesario, para defender la Revolución. Insistió en "salir a la calle" para aplastar la rebelión, y urgió a los padres de los jóvenes que están siendo enrolados a la fuerza de drogas en las bandas armadas motorizadas por la CIA, a que busquen a los responsables de esta perdición, y que combatan a los perversos lugartenientes de EE.UU. e Israel en el país. Responsabilizó a Osama Bin Laden, agente de la CIA, por los desmanes, y la OTAN. Prometió a su pueblo que "no vamos a ser Faluya", en alusión a la ciudad irakí arrasada por los norteamericanos hace unos años. "Los mismos que han destrozado Irak, Afganistán, Somalia...son los que han entrado ahora en Libia". No tengo la menor duda.
Esta supuesta revolución que está en marcha, ¿a quién le va a dar el poder?, ¿al pueblo?. ¡Se lo va a quitar!. El pueblo está al mando desde hace más de treinta años. No existen siquiera partidos políticos, es decir, no hay ninguna clase de intermediación entre el pueblo y los comités. Nos puede gustar o no el modelo de "socialismo árabe" inspirado por el coronal Khadaffi. De ahí a apuntar que las masas están liderando esta revolución, es una falacia total. El país con mayor Indice de Desarrollo Humano de África, y el segundo en renta per cápita. Que se plantea progresar con la construcción de un Gran Río Artificial, la mayor obra hidráulica de la historia, con la cual buscará incrementar su producción agrícola y asegurar la provisión de agua a las ciudades. Un país que goza de planificación económica centralizada. Pero su único pecado, parece, para algunos, es no tener una bandera roja, en vez de la verde. Creo que ahora no es momento de analizar cuál ha sido la deriva en política exterior del Cnel. Khadaffi. Creo, como dijo el comandante Fidel Castro Ruz, que una persona honesta estará siempre contra cualquier injusticia que se cometa con cualquier pueblo del mundo, y la peor de ellas, en este instante, sería guardar silencio ante el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio. No podría haberlo dicho mejor.
Ahora que la Revolución ha logrado aplastar a sus enemigos -apenas quedan resquicios de militares sublevados-, madura la estrategia de la OTAN -que dice que no va a intervenir hasta que la ONU lo permita, mientras la ONU dice que va a investigar a fondo; claro, nunca investigó una mierda sobre Gaza, ni se reunió de urgencia cuando masacró la coalición anglo-yanqui a 70 civiles en Afganistán hace dos días-, y la de la UE y Estados Unidos, que ya están preparando sanciones económicas, o un eventual bloqueo comercial. Lo intentaron en los años 90, bajo el pretexto de que Libia auspiciaba el terrorismo internacional. ¿No estamos ante una eventual invasión, pues?. Las mentiras que se vienen desparramando preparan a una vulgar opinión pública para consumir cualquier porquería, como que los yanquis ahora entrarán a Libia a unirse con los "revolucionarios". Aprovechando el efecto Túnez, y la instalación de "democracias" teledirigidas por Washington en el Mundo Árabe. Más pro-occidentales que la mierda.
La Revolución, encarnada en el pueblo, no va a eludir su primerísima obligación, que es la de defenderse.
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La verdad tenia mis dudas sobre la situacion en Libia, este escrito me ayudo mucho a llevar algo de luz a mi pensamiento.
Muchas gracias por publicar mi artículo, compañero, si puede servir a llevar la luz a las masas, me sentiré más que satisfecho. Pero nunca dejaré de escribir.
ResponderEliminarSaludos socialistas.