Guerrilleras comunistas del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) se hicieron pasar por periodistas para entrar en una comisaría policial cerca de la capital antes de saquearla y llevarse un amplio arsenal de armas y munición, informó hoy la Policía. El suceso ocurrió ayer por la tarde en la población de San Narciso, donde las cinco mujeres accedieron al edificio tras haber solicitado una entrevista con un agente. Pero cuando ya estaban dentro, otros rebeldes irrumpieron en la comisaría y tras reducir a ocho policías, escaparon con cinco rifles de asalto, cinco pistolas, cuatro escopetas, munición, ordenadores, uniformes policiales y dinero en metálico. Los agentes involucrados en los hechos serán investigados por supuesta negligencia, anunció el cuerpo nacional. El brazo armado del ilegal Partido Comunista de Filipinas cuenta con entre 5.700 y 7.200 combatientes regulares y este año cumplió cuatro décadas alzado en armas contra las fuerzas gubernamentales, en un conflicto que causa muertes todas las semanas. Hasta ahora, la guerrilla maoísta más antigua de Asia se ha resistido a aceptar un arreglo que no incluya compromisos concretos en materia de reforma agraria. Las últimas negociaciones de paz fueron suspendidas en el 2004, cuando el Gobierno de Filipinas se negó a que Estados Unidos y la Unión Europea retiraran al NEP y su plataforma política de sus listas de organizaciones terroristas.
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