La empresa pública a cargo de gestionar el barrio judío de la ciudad vieja de Jerusalén trata de expulsar a uno de sus residentes por ser cristiano y no judío, informa hoy el diario israelí Haaretz.
La Compañía para el Desarrollo y Reconstrucción del Barrio Judío, dependiente del Ministerio de Vivienda israelí, ha instado a la propietaria de uno de los pisos de esa zona (dentro del territorio palestino ocupado de Jerusalén Este), a que expulse a su inquilino, un cristiano evangélico que trabaja para mejorar las relaciones entre las organizaciones cristianas y de la extrema derecha israelí.
En una carta dirigida a la dueña de la vivienda, Lorena Sokolovsky, la empresa municipal explica que considera que el inquilino debe irse porque "no cumple los criterios de población de la Compañía y está en total contradicción con el carácter del barrio judío".
Sokolovsky se niega a expulsar a su inquilino, al que considera "una persona educada, tranquila y pacífica, bien integrada en su entorno y que contribuye a la nación, la sociedad y el país", según la respuesta que dieron a la empresa estatal sus abogados.
Además, estos argumentan que el hombre no ha tenido enfrentamiento o problema alguno con sus vecinos judíos.El director de la Compañía, Shlomo Atias, reconoció al "Haaretz" que la exigencia de expulsión se debe a que el individuo no es judío y señaló que "un cristiano puede vivir en el barrio cristiano".
En los barrios cristiano, armenio y musulmán de la ciudad vieja, viven decenas de colonos judíos, muchos de los cuales colocan símbolos religiosos y banderas israelíes ostentosamente en la fachada, cubierta y ventanas de los edificios en que residen.
La ciudad vieja de Jerusalén, que alberga algunos de los lugares más sagrados para el Cristianismo, el Judaísmo y el Islam (como el Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones y la Explanada de las Mezquitas), fue ocupada por Israel tras la Guerra de los Seis Días, en 1967.
La comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí sobre la parte oriental de Jerusalén, que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado.
La Compañía para el Desarrollo y Reconstrucción del Barrio Judío, dependiente del Ministerio de Vivienda israelí, ha instado a la propietaria de uno de los pisos de esa zona (dentro del territorio palestino ocupado de Jerusalén Este), a que expulse a su inquilino, un cristiano evangélico que trabaja para mejorar las relaciones entre las organizaciones cristianas y de la extrema derecha israelí.
En una carta dirigida a la dueña de la vivienda, Lorena Sokolovsky, la empresa municipal explica que considera que el inquilino debe irse porque "no cumple los criterios de población de la Compañía y está en total contradicción con el carácter del barrio judío".
Sokolovsky se niega a expulsar a su inquilino, al que considera "una persona educada, tranquila y pacífica, bien integrada en su entorno y que contribuye a la nación, la sociedad y el país", según la respuesta que dieron a la empresa estatal sus abogados.
Además, estos argumentan que el hombre no ha tenido enfrentamiento o problema alguno con sus vecinos judíos.El director de la Compañía, Shlomo Atias, reconoció al "Haaretz" que la exigencia de expulsión se debe a que el individuo no es judío y señaló que "un cristiano puede vivir en el barrio cristiano".
En los barrios cristiano, armenio y musulmán de la ciudad vieja, viven decenas de colonos judíos, muchos de los cuales colocan símbolos religiosos y banderas israelíes ostentosamente en la fachada, cubierta y ventanas de los edificios en que residen.
La ciudad vieja de Jerusalén, que alberga algunos de los lugares más sagrados para el Cristianismo, el Judaísmo y el Islam (como el Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones y la Explanada de las Mezquitas), fue ocupada por Israel tras la Guerra de los Seis Días, en 1967.
La comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí sobre la parte oriental de Jerusalén, que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado.
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Y David se vuelve Goliat....
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