París, Francia.- Huelgas del transporte público convocadas para protestar por medidas de austeridad gubernamentales causaron caos este martes en Francia y Londres, en lo que podría ser un preludio de nuevas protestas en Europa, desde España hasta la República Checa.
Las protestas ocurren mientras gobiernos fuertemente endeudados reducen gastos y reforman algunos de los más preciados beneficios que apuntalan la buena vida europea. El proceso de reducción presupuestaria se ha vuelto urgente ante el rescate de Grecia, valorado en 110.000 millones de euros (140.000 millones de dólares).
En Francia, los trabajadores alteraron el funcionamiento de trenes, aviones, hospitales y el correo, en medio de protestas masivas contra los planes gubernamentales de elevar la edad de jubilación.
En Francia, la gente se lanzó a las calles en 220 ciudades, encendiendo luces de bengala y tocando tambores. En una pancarta en Marsella, en el sur, se apelaba a la solidaridad del continente: "¡Rechacemos los planes de austeridad!".
El ministerio del Interior dijo que más de 1,1 millones de personas manifestaron en el país, mientras que el sindicato CFDT calculó unos 2,5 millones.
Los manifestantes franceses se oponen a que el gobierno aumente la edad de jubilación de 60 a 62 años porque ahora la población vive más. El objetivo es que el sistema de pensiones vuelva a estabilizarse antes de 2018.
La huelga se desarrolló en el primer día de discusiones sobre la reforma en el Parlamento. El ministro del trabajo Eric Woerth dijo que el plan era "valiente y razonable" y que el estado tiene el deber de salvar al sistema de pensiones. Woerth ha dicho que el gobierno de Francia seguirá impulsando la reforma sin importar la fuerza de las protestas.
El primer ministro francés Francois Fillon le recordó a los franceses que su situación podría ser peor: en el resto de Europa se debate aumentar la edad de retiro a 67 o 68.
Al otro lado del Canal de la Mancha, empleados del metro en Londres, descontentos con los recortes de personal, suspendieron sus actividades.
Los trabajadores del servicio londinense de trenes subterráneos realizaron el primero de un serie de paros de 24 horas programados en los próximos meses para mostrar su descontento ante los recortes de personal. Gran parte del metro se paralizó.
Miles de trabajadores de mantenimiento, conductores y personales administrativo que suspendieron sus actividades alegan que las reducciones empeorarán el servicio y la seguridad.
Con el metro cerrado, los autobuses transportaron muchos más pasajeros, el tráfico trancó las calles y las aceras estaban llenas de peatones y ciclistas.
Protestas similares a las de París y Londres están planeadas para las próximas semanas en la República Checa, España y Grecia.
Entretanto, los ministros de Finanzas europeos reunidos en Bruselas acordaron crear nuevas instituciones financieras con la esperanza de prevenir una repetición de la crisis de deuda soberana que casi lleva a Grecia a la bancarrota y puso de rodillas al sistema bancario europeo.
Las protestas ocurren mientras gobiernos fuertemente endeudados reducen gastos y reforman algunos de los más preciados beneficios que apuntalan la buena vida europea. El proceso de reducción presupuestaria se ha vuelto urgente ante el rescate de Grecia, valorado en 110.000 millones de euros (140.000 millones de dólares).
En Francia, los trabajadores alteraron el funcionamiento de trenes, aviones, hospitales y el correo, en medio de protestas masivas contra los planes gubernamentales de elevar la edad de jubilación.
En Francia, la gente se lanzó a las calles en 220 ciudades, encendiendo luces de bengala y tocando tambores. En una pancarta en Marsella, en el sur, se apelaba a la solidaridad del continente: "¡Rechacemos los planes de austeridad!".
El ministerio del Interior dijo que más de 1,1 millones de personas manifestaron en el país, mientras que el sindicato CFDT calculó unos 2,5 millones.
Los manifestantes franceses se oponen a que el gobierno aumente la edad de jubilación de 60 a 62 años porque ahora la población vive más. El objetivo es que el sistema de pensiones vuelva a estabilizarse antes de 2018.
La huelga se desarrolló en el primer día de discusiones sobre la reforma en el Parlamento. El ministro del trabajo Eric Woerth dijo que el plan era "valiente y razonable" y que el estado tiene el deber de salvar al sistema de pensiones. Woerth ha dicho que el gobierno de Francia seguirá impulsando la reforma sin importar la fuerza de las protestas.
El primer ministro francés Francois Fillon le recordó a los franceses que su situación podría ser peor: en el resto de Europa se debate aumentar la edad de retiro a 67 o 68.
Al otro lado del Canal de la Mancha, empleados del metro en Londres, descontentos con los recortes de personal, suspendieron sus actividades.
Los trabajadores del servicio londinense de trenes subterráneos realizaron el primero de un serie de paros de 24 horas programados en los próximos meses para mostrar su descontento ante los recortes de personal. Gran parte del metro se paralizó.
Miles de trabajadores de mantenimiento, conductores y personales administrativo que suspendieron sus actividades alegan que las reducciones empeorarán el servicio y la seguridad.
Con el metro cerrado, los autobuses transportaron muchos más pasajeros, el tráfico trancó las calles y las aceras estaban llenas de peatones y ciclistas.
Protestas similares a las de París y Londres están planeadas para las próximas semanas en la República Checa, España y Grecia.
Entretanto, los ministros de Finanzas europeos reunidos en Bruselas acordaron crear nuevas instituciones financieras con la esperanza de prevenir una repetición de la crisis de deuda soberana que casi lleva a Grecia a la bancarrota y puso de rodillas al sistema bancario europeo.
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