En la Capital queretana, los miles de empleos que generan los mercados públicos municipales están en riesgo de desaparecer, debido a la llegada tiendas de autoservicio, de conveniencia y a la instalación de -- por lo menos -- una docena de plazas comerciales en distintos puntos de la ciudad. Todo esto ha generado una disminución dramática en la clientela, y por ende las ventas en estos centros de abasto han descendido hasta en un 80 por ciento durante los últimos 10 años.
DIARIO DE QUERETARO se dio a la tarea de visitar algunos de los principales mercados localizados en la Capital --entre otros-- el Hidalgo, Escobedo, Lomas de Casa Blanca, La Cruz, Santa Mónica y El Tepetate, donde los locatarios coinciden en que su debacle empezó hace aproximadamente 30 años con la instalación de Plaza de las Américas.
que a través de su tienda ancla (en ese entonces) Gigante afectó no sólo a los comerciantes de la ciudad de Querétaro sino de los municipios aledaños como Corregidora y El Marqués, y desde luego a los vendedores de fin de semana de los tianguis como el ya desaparecido "Los Globos" que cada sábado se instalaba en Quintas del Marqués, frente a esta plaza.
Prueba de la difícil problemática por la que atraviesan los locatarios, es lo que nos compartió Juan Reséndiz, quien desde hace más de 40 años vende en el actual mercado Escobedo, "empecé a ayudarle a mis papás cuando el mercado estaba en lo que hoy conocemos como Plaza Constitución, ahí empezó a vender mi abuela, luego mi mamá y cuando estaba joven nos cambiamos aquí entre Zaragoza y Constituyentes, "Ay güerita, esto en nada se parece a lo que vendíamos en proporción hace 40 años, cuando a partir de las seis de la mañana era constante el fluir de marchantas que venían a surtir la despensa para preparar la comida del día. Entonces era el principal mercado de la ciudad. Antes sí era buen negocio atender un local, pero hoy como puedes ver casi no hay clientes, en mi caso las ventas en comparación con ese entonces, han disminuido un 95 por ciento".
Lo que pasa tanto en el mercado Escobedo como en el Hidalgo, El Tepetate, Casa Blanca o Santa Mónica es sólo una muestra de lo que sucede en la mayoría de los pequeños comercios localizados en la Capital porque su principal competencia la constituyen los supermercados, tiendas de conveniencia, farmacias (que no solamente venden medicamentos sino también todo tipo de abarrotes, productos lácteos y salchichonería). Y es que muchos de los comerciantes con quienes conversamos son microempresarios que heredaron el negocio, lo que les representa un lazo emocional muy fuerte que los une a sus locales aunque la rentabilidad que les puedan generar no resulte atractiva.
Es importante destacar, que muchos admitieron que el formato del mercado tradicional se quedó en el pasado y que durante años las autoridades municipales no les han ayudado para volverlos más competitivos, "creen que con pintar la fachada y cambiar el piso o los baños ya con eso vamos a estar mejor, pero no es así, necesitamos ofrecer lo mismo que las grandes tiendas, ese es nuestro problema, porque a las amas de casa se les complica venir, porque no encuentran estacionamiento y no porque aquí tengamos muchos clientes sino que son nuestros vehículos, camionetas o camiones de carga que ocupan la mayoría de los espacios, pero también no tenemos dónde poner nuestras unidades, entonces muchos clientes prefieren sacrificar precios por la comodidad de poder estacionarse en un lugar determinado, colocar todo en un carrito, subir la mercancía al coche e irse a sus casas".
Además que un foco rojo para estos locatarios es que las nuevas generaciones, en términos generales, ya no acostumbran comprar en los mercados, es decir, los jóvenes que tienen entre 18 y 30 años tienden a comprar comidas precocidas y productos congelados, los que no pueden encontrarse en un mercado. Esta tendencia no sólo es propia de la Capital queretana sino que sucede en cualquier parte del mundo. Como resultado, los productos congelados cada vez ocupan más espacio en los supermercados.
Las ventas en los mercados de Querétaro han decrecido en promedio un 80 por ciento en los últimos 10 años ocasionado en gran medida por la autorización desmedida de licencias de funcionamiento, cambios de uso de suelo y de instalación por parte de -por lo menos- cuatro administraciones municipales lo que ha contribuido a que grandes cadenas de autoservicio, de conveniencia, farmacias abarroteras y desde luego un sinfín de plazas comerciales se instalaran durante este tiempo en diversos puntos de las 7 delegaciones de la Ciudad, situación que desde luego ha obligado a que cientos de comerciantes en pequeño en muchas colonias populares tengan que cerrar sus puertas y dedicarse a otras actividades.
La tendencia es clara: Si los locatarios de mercados públicos y autoridades municipales no se esfuerzan por modernizar estos espacios para que sean competitivos, estos terminarán por desaparecer, y tras su hundimiento arrastrarán a los empleos que generan, lo que creará un problema social difícil de resolver. Aunado a que hay que reconocer que los mercados son fuente de empleo para personas no aceptadas con facilidad en las empresas como discapacitados y mayores de 35 años.
"Si nuestra fuente de empleo se extingue, ¿dónde vamos a encontrar trabajo?", se preguntó con lágrimas en los ojos doña Marcelina Chávez de Lomas de Casa Blanca, quien agregó, "cada vez más supermercados desean establecerse en Querétaro y deslumbran a las autoridades, prometiéndoles que generarán numerosos empleos, pero está demostrado que por cada empleo que propician, desaparecen de seis a ocho. Entonces, ¿cuál es el beneficio? Los trabajos que ellos ofrecen no son bien pagados y requieren de mayor esfuerzo".
Por su parte Salvador López del mercado El Tepetate consideró tajante, "Si desaparecen los mercados, las trasnacionales serán los grandes monopolios que pondrán condiciones de compra y venta, además, todos terminaremos siendo sus empleados, y eso es bastante grave, porque implica la desaparición de muchos micronegocios locales".
Durante este recorrido, tuvimos la oportunidad de conocer personas muy interesantes, como Laura Santibáñez quien compartió una experiencia de vida "Desde mis papás y mis abuelos siempre hemos tenido este local aquí en el mercado Hidalgo, y con las ganancias a mis padres les alcanzó para mandarnos a la Universidad, yo estudié Administración de Empresas en la UAQ y por azar del destino cuando terminé la carrera una tienda de autoservicio solicitaba personal y me quedé como gerente, sin embargo el ver cómo a los ejecutivos no les importa cómo llegan a determinada ciudad en este caso Querétaro y aplastan con sus ofertas a los comerciantes locales me ponía entre la espada y la pared, porque yo veía cómo mi familia se partía el lomo todos los días para vender la poquita mercancía que teníamos, pero esta cadena en su afán de vender más barato y arrebatar la clientela a la competencia, propiciaba el canibalismo entre sus proveedores. Por ejemplo, yo era la encargada de decirle a los proveedores necesito tal cantidad de producto, pero a determinado precio, porque tu competencia me lo ofrece a tal o cual, y a la competencia le decía lo mismo del primer proveedor. Esto ocasionaba que los surtidores con tal de seguir vendiendo bajaran sus precios a como se los pedía y así podíamos hacer ofertas totalmente agresivas que afectaba directamente al comercio local, incluyendo al de mis papás, por eso finalmente renuncié y decidí dedicarme al negocio familiar".
En este sentido, la presidenta de la Federación de Comerciantes y Prestadores de Servicios (Fecopse), Rocío Alvarado Ramírez aseguró que esta problemática afecta a más de 15 mil comerciantes en pequeño -tan sólo-de la Capital, sin contar a quienes se dedican a esta actividad en otros municipios como Cadereyta, Ezequiel Montes, Tequisquiapan, San Juan del Río, Corregidora y El Marqués donde también recientemente se instalaron tiendas de autoservicio, de conveniencia y grandes farmacias abarroteras.
"Tan sólo aquí en la Capital en tianguis estamos trabajando alrededor de 7 mil comerciantes en total, y en general somos más de 15 mil comerciantes los afectados en el municipio de Querétaro, pero en otros municipios la situación es todavía más severa, tal es el caso de Cadereyta de Montes, que en poco tiempo autorizaron la instalación de una farmacia abarrotera, una tienda de autoservicio y una de conveniencia lo que ha afectado gravemente al comercio local, igual sucede en Ezequiel Montes, en Tequisquiapan o en San Juan del Río", expuso.
Al respecto añadió, el 90 por ciento de los locales del mercado de la Colonia Obrera han tenido que cerrar, esto debido a la instalación de tiendas de autoservicio y plazas comerciales muy cerca de este centro de abasto, "es una tristeza, desde que se instalaron plazas comerciales como la Sendero y otras ha sido la muerte para los comerciantes de esa zona del municipio".
También lamentó que hoy en día lo que se planeó fueran grandes mercados, actualmente solamente funcionen al 10 por ciento de su capacidad total, y otros que aunque están al 100 por ciento como es el caso del mercado de La Cruz sus ventas han disminuido en un 80 por ciento, "esto empezó a ocurrir desde hace 10 años, y ya en muchas ocasiones le hemos pedido al gobierno municipal que tenga conciencia de donde ubica a las nuevas tiendas de autoservicio, para nosotros es muy importante que exista una planeación ya que como tianguis o como mercado eso es lo que hacen con nosotros planear donde nos podemos instalar, sin embargo no hacen lo mismo con las grandes cadenas de autoservicio".
Puntualizó que si bien existe un reglamento municipal que estipula que a determinados metros a la redonda de un mercado o de un tianguis no debe haber este tipo de comercios en la práctica esto no se respeta, "porque quizás lo hicieron otros gobiernos y el que está actualmente no le interesa seguir esas reglas por ello es necesario hacer uno efectivo eso es lo que les estamos pidiendo a las autoridades".
Con relación a las plazas comerciales, Rocío Alvarado aseguró que éstas afectan grandemente a los pequeños negocios familiares, "Plazas comerciales hay donde quiera, y eso nos preocupa porque el pequeño comercio no está creciendo ordenadamente, por ejemplo hoy en día nos quejamos de comerciantes ambulantes en el Centro Histórico, pero esa gente no tiene otra oportunidad, no hay un sitio donde los puedan reubicar y en muchos casos son personas que tuvieron que cerrar su tiendita, su papelería o su pequeña farmacia y ahora no tienen una fuente de ingresos".
Por lo tanto, apuntó, "Ya hemos solicitado más apoyo a los mercados, más inversión creo que a las distintas administraciones les ha faltado proyección para poder llevar de manera adecuada la administración de los distintos mercados municipales, porque por ejemplo el municipio dice, que los mercados les causan bajos ingresos, pero eso no es verdad, porque diariamente de los tianguis y mercados están recaudando alrededor de 1 millón de pesos y nada de ese dinero se nos regresa en infraestructura".
"Nosotros no tenemos la culpa que los pasillos de los mercados estén chicos necesitamos espacios amplios para poder exhibir nuestras mercancías, pero desgraciadamente el gobierno solamente nos ha dado atole con el dedo, porque nada más les dan una pintadita una arreglada de techo y el piso, pero realmente obras que generen un cambio desde adentro no lo han hecho en muchos, muchos años", recalcó.
Finalmente, coincidió, la falta de estacionamientos públicos es una de las principales problemáticas a las que se enfrentan los locatarios tanto de mercados como de tianguis, "el gobierno municipal había hecho una petición y había hecho un proyecto para construir un estacionamiento en el mercado de La Cruz y otro en el Mercado Escobedo pero los iban a manejar particulares que iban a cobrar lo que quisieran y eso también nos perjudica. Entonces todas esas cosas las han querido hacer sin tomarnos en cuenta, y para nosotros es importante que se tome en cuenta el parecer de los comerciantes".
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DIARIO DE QUERETARO se dio a la tarea de visitar algunos de los principales mercados localizados en la Capital --entre otros-- el Hidalgo, Escobedo, Lomas de Casa Blanca, La Cruz, Santa Mónica y El Tepetate, donde los locatarios coinciden en que su debacle empezó hace aproximadamente 30 años con la instalación de Plaza de las Américas.
que a través de su tienda ancla (en ese entonces) Gigante afectó no sólo a los comerciantes de la ciudad de Querétaro sino de los municipios aledaños como Corregidora y El Marqués, y desde luego a los vendedores de fin de semana de los tianguis como el ya desaparecido "Los Globos" que cada sábado se instalaba en Quintas del Marqués, frente a esta plaza.
Prueba de la difícil problemática por la que atraviesan los locatarios, es lo que nos compartió Juan Reséndiz, quien desde hace más de 40 años vende en el actual mercado Escobedo, "empecé a ayudarle a mis papás cuando el mercado estaba en lo que hoy conocemos como Plaza Constitución, ahí empezó a vender mi abuela, luego mi mamá y cuando estaba joven nos cambiamos aquí entre Zaragoza y Constituyentes, "Ay güerita, esto en nada se parece a lo que vendíamos en proporción hace 40 años, cuando a partir de las seis de la mañana era constante el fluir de marchantas que venían a surtir la despensa para preparar la comida del día. Entonces era el principal mercado de la ciudad. Antes sí era buen negocio atender un local, pero hoy como puedes ver casi no hay clientes, en mi caso las ventas en comparación con ese entonces, han disminuido un 95 por ciento".
Lo que pasa tanto en el mercado Escobedo como en el Hidalgo, El Tepetate, Casa Blanca o Santa Mónica es sólo una muestra de lo que sucede en la mayoría de los pequeños comercios localizados en la Capital porque su principal competencia la constituyen los supermercados, tiendas de conveniencia, farmacias (que no solamente venden medicamentos sino también todo tipo de abarrotes, productos lácteos y salchichonería). Y es que muchos de los comerciantes con quienes conversamos son microempresarios que heredaron el negocio, lo que les representa un lazo emocional muy fuerte que los une a sus locales aunque la rentabilidad que les puedan generar no resulte atractiva.
Es importante destacar, que muchos admitieron que el formato del mercado tradicional se quedó en el pasado y que durante años las autoridades municipales no les han ayudado para volverlos más competitivos, "creen que con pintar la fachada y cambiar el piso o los baños ya con eso vamos a estar mejor, pero no es así, necesitamos ofrecer lo mismo que las grandes tiendas, ese es nuestro problema, porque a las amas de casa se les complica venir, porque no encuentran estacionamiento y no porque aquí tengamos muchos clientes sino que son nuestros vehículos, camionetas o camiones de carga que ocupan la mayoría de los espacios, pero también no tenemos dónde poner nuestras unidades, entonces muchos clientes prefieren sacrificar precios por la comodidad de poder estacionarse en un lugar determinado, colocar todo en un carrito, subir la mercancía al coche e irse a sus casas".
Además que un foco rojo para estos locatarios es que las nuevas generaciones, en términos generales, ya no acostumbran comprar en los mercados, es decir, los jóvenes que tienen entre 18 y 30 años tienden a comprar comidas precocidas y productos congelados, los que no pueden encontrarse en un mercado. Esta tendencia no sólo es propia de la Capital queretana sino que sucede en cualquier parte del mundo. Como resultado, los productos congelados cada vez ocupan más espacio en los supermercados.
Las ventas en los mercados de Querétaro han decrecido en promedio un 80 por ciento en los últimos 10 años ocasionado en gran medida por la autorización desmedida de licencias de funcionamiento, cambios de uso de suelo y de instalación por parte de -por lo menos- cuatro administraciones municipales lo que ha contribuido a que grandes cadenas de autoservicio, de conveniencia, farmacias abarroteras y desde luego un sinfín de plazas comerciales se instalaran durante este tiempo en diversos puntos de las 7 delegaciones de la Ciudad, situación que desde luego ha obligado a que cientos de comerciantes en pequeño en muchas colonias populares tengan que cerrar sus puertas y dedicarse a otras actividades.
La tendencia es clara: Si los locatarios de mercados públicos y autoridades municipales no se esfuerzan por modernizar estos espacios para que sean competitivos, estos terminarán por desaparecer, y tras su hundimiento arrastrarán a los empleos que generan, lo que creará un problema social difícil de resolver. Aunado a que hay que reconocer que los mercados son fuente de empleo para personas no aceptadas con facilidad en las empresas como discapacitados y mayores de 35 años.
"Si nuestra fuente de empleo se extingue, ¿dónde vamos a encontrar trabajo?", se preguntó con lágrimas en los ojos doña Marcelina Chávez de Lomas de Casa Blanca, quien agregó, "cada vez más supermercados desean establecerse en Querétaro y deslumbran a las autoridades, prometiéndoles que generarán numerosos empleos, pero está demostrado que por cada empleo que propician, desaparecen de seis a ocho. Entonces, ¿cuál es el beneficio? Los trabajos que ellos ofrecen no son bien pagados y requieren de mayor esfuerzo".
Por su parte Salvador López del mercado El Tepetate consideró tajante, "Si desaparecen los mercados, las trasnacionales serán los grandes monopolios que pondrán condiciones de compra y venta, además, todos terminaremos siendo sus empleados, y eso es bastante grave, porque implica la desaparición de muchos micronegocios locales".
Durante este recorrido, tuvimos la oportunidad de conocer personas muy interesantes, como Laura Santibáñez quien compartió una experiencia de vida "Desde mis papás y mis abuelos siempre hemos tenido este local aquí en el mercado Hidalgo, y con las ganancias a mis padres les alcanzó para mandarnos a la Universidad, yo estudié Administración de Empresas en la UAQ y por azar del destino cuando terminé la carrera una tienda de autoservicio solicitaba personal y me quedé como gerente, sin embargo el ver cómo a los ejecutivos no les importa cómo llegan a determinada ciudad en este caso Querétaro y aplastan con sus ofertas a los comerciantes locales me ponía entre la espada y la pared, porque yo veía cómo mi familia se partía el lomo todos los días para vender la poquita mercancía que teníamos, pero esta cadena en su afán de vender más barato y arrebatar la clientela a la competencia, propiciaba el canibalismo entre sus proveedores. Por ejemplo, yo era la encargada de decirle a los proveedores necesito tal cantidad de producto, pero a determinado precio, porque tu competencia me lo ofrece a tal o cual, y a la competencia le decía lo mismo del primer proveedor. Esto ocasionaba que los surtidores con tal de seguir vendiendo bajaran sus precios a como se los pedía y así podíamos hacer ofertas totalmente agresivas que afectaba directamente al comercio local, incluyendo al de mis papás, por eso finalmente renuncié y decidí dedicarme al negocio familiar".
En este sentido, la presidenta de la Federación de Comerciantes y Prestadores de Servicios (Fecopse), Rocío Alvarado Ramírez aseguró que esta problemática afecta a más de 15 mil comerciantes en pequeño -tan sólo-de la Capital, sin contar a quienes se dedican a esta actividad en otros municipios como Cadereyta, Ezequiel Montes, Tequisquiapan, San Juan del Río, Corregidora y El Marqués donde también recientemente se instalaron tiendas de autoservicio, de conveniencia y grandes farmacias abarroteras.
"Tan sólo aquí en la Capital en tianguis estamos trabajando alrededor de 7 mil comerciantes en total, y en general somos más de 15 mil comerciantes los afectados en el municipio de Querétaro, pero en otros municipios la situación es todavía más severa, tal es el caso de Cadereyta de Montes, que en poco tiempo autorizaron la instalación de una farmacia abarrotera, una tienda de autoservicio y una de conveniencia lo que ha afectado gravemente al comercio local, igual sucede en Ezequiel Montes, en Tequisquiapan o en San Juan del Río", expuso.
Al respecto añadió, el 90 por ciento de los locales del mercado de la Colonia Obrera han tenido que cerrar, esto debido a la instalación de tiendas de autoservicio y plazas comerciales muy cerca de este centro de abasto, "es una tristeza, desde que se instalaron plazas comerciales como la Sendero y otras ha sido la muerte para los comerciantes de esa zona del municipio".
También lamentó que hoy en día lo que se planeó fueran grandes mercados, actualmente solamente funcionen al 10 por ciento de su capacidad total, y otros que aunque están al 100 por ciento como es el caso del mercado de La Cruz sus ventas han disminuido en un 80 por ciento, "esto empezó a ocurrir desde hace 10 años, y ya en muchas ocasiones le hemos pedido al gobierno municipal que tenga conciencia de donde ubica a las nuevas tiendas de autoservicio, para nosotros es muy importante que exista una planeación ya que como tianguis o como mercado eso es lo que hacen con nosotros planear donde nos podemos instalar, sin embargo no hacen lo mismo con las grandes cadenas de autoservicio".
Puntualizó que si bien existe un reglamento municipal que estipula que a determinados metros a la redonda de un mercado o de un tianguis no debe haber este tipo de comercios en la práctica esto no se respeta, "porque quizás lo hicieron otros gobiernos y el que está actualmente no le interesa seguir esas reglas por ello es necesario hacer uno efectivo eso es lo que les estamos pidiendo a las autoridades".
Con relación a las plazas comerciales, Rocío Alvarado aseguró que éstas afectan grandemente a los pequeños negocios familiares, "Plazas comerciales hay donde quiera, y eso nos preocupa porque el pequeño comercio no está creciendo ordenadamente, por ejemplo hoy en día nos quejamos de comerciantes ambulantes en el Centro Histórico, pero esa gente no tiene otra oportunidad, no hay un sitio donde los puedan reubicar y en muchos casos son personas que tuvieron que cerrar su tiendita, su papelería o su pequeña farmacia y ahora no tienen una fuente de ingresos".
Por lo tanto, apuntó, "Ya hemos solicitado más apoyo a los mercados, más inversión creo que a las distintas administraciones les ha faltado proyección para poder llevar de manera adecuada la administración de los distintos mercados municipales, porque por ejemplo el municipio dice, que los mercados les causan bajos ingresos, pero eso no es verdad, porque diariamente de los tianguis y mercados están recaudando alrededor de 1 millón de pesos y nada de ese dinero se nos regresa en infraestructura".
"Nosotros no tenemos la culpa que los pasillos de los mercados estén chicos necesitamos espacios amplios para poder exhibir nuestras mercancías, pero desgraciadamente el gobierno solamente nos ha dado atole con el dedo, porque nada más les dan una pintadita una arreglada de techo y el piso, pero realmente obras que generen un cambio desde adentro no lo han hecho en muchos, muchos años", recalcó.
Finalmente, coincidió, la falta de estacionamientos públicos es una de las principales problemáticas a las que se enfrentan los locatarios tanto de mercados como de tianguis, "el gobierno municipal había hecho una petición y había hecho un proyecto para construir un estacionamiento en el mercado de La Cruz y otro en el Mercado Escobedo pero los iban a manejar particulares que iban a cobrar lo que quisieran y eso también nos perjudica. Entonces todas esas cosas las han querido hacer sin tomarnos en cuenta, y para nosotros es importante que se tome en cuenta el parecer de los comerciantes".
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