Y claro, como no tienen el apoyo popular -y eso está demostrado-, tienen que recurrir a métodos para nada democráticos: asesinan a manifestantes que se "atreven" a desplegar la bandera de la Yamahiriya Libia Popular y Socialista, ejectuan un "terrorismo de Estado" en Benghazi, donde creen tener el poder, pero pronto lo perderán; reclutan mercenarios que les hace llegar la red terrorista Al Qaeda -financiada y entrenada por la CIA-, y como si esto fuera poco, tienen la cobertura nada despreciable de los bombardeos masivos e inescrupulosos que mandan los aviones de la OTAN. También necesitan reclutar niños para sus filas, muy seguramente no sólo a fuerza de engaños espúreos sino también de las drogas, pues en varias ocasiones se han incautado metanfetaminas y otras porquerías que iban en dirección al Occidente libio, que por estos momentos está siendo sojuzgado por los contrarrevolucionarios del "Consejo Nacional Libio". ¡Cómo se posible aún que tanta parte de la izquierda marxista siga hablando de que en Libia hay una "rebelión popular"!. Y como no podía ser de otro modo, tienen que quedar bien con todos -y con ellos mismos-, y reconocer que "no es necesario que intervenga la OTAN". Pero esta posición es terriblemente perniciosa, puesto que los comunistas no podemos permanecer impertérritos cuando vemos estas atrocidades que cometen las fuerzas imperialistas, destruyendo ciudades enteras, en pro de maximizar sus ganancias expoliando el petróleo de los libios. Los contrarrevolucionarios de Benghazi no logran hacer pie en los territorios que le secuestran al pueblo. Nadie los quiere, y ni bien el Ejército popular, y las Milicias les dan una patada en el culo, el pueblo sale a las calles para manifestar todo su apoyo al Líder Cnel. Muammar Khadafi.
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